El mortero estabilizado es una mezcla de cemento, agua, áridos y aditivos que se utiliza específicamente para la construcción de fábricas de ladrillo y mampostería. Este tipo de mortero se caracteriza por su capacidad para mejorar la adherencia, la resistencia y la durabilidad de las uniones entre los elementos constructivos. Al estabilizar el mortero, se busca obtener una mezcla que minimice la deformación y el agrietamiento, además de facilitar su trabajo y aplicación.

Las aplicaciones del mortero estabilizado son amplias en la construcción. Se utiliza en la unión de ladrillos y bloques, en la realización de muros de carga y en la mampostería de fachadas, donde se requiere un acabado estético y funcional. También es empleado en la construcción de elementos no estructurales, como tabiques o divisiones internas.

Además, el mortero estabilizado puede ser formulado para cumplir con requisitos específicos, como la resistencia a la humedad o la capacidad de soportar cargas dinámicas, lo que lo convierte en una opción versátil y confiable en proyectos de edificación y restauración. En resumen, el mortero estabilizado es esencial para garantizar la integridad y la longevidad de las estructuras de ladrillo y mampostería.

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